Llegar a los 40 años para mí fue como si me cayeran todos los males encima. Tenía 25 kilos de sobrepeso, piel muy delgada, totalmente caída, ombligo caído, doble piel en el abdomen, senos caídos en el mayor de los grados… mi cuerpo era realmente una pesadilla. Me di cuenta que solo una cirugía (o varias) podría ayudarme. Pero fue desilusionante encontrarme con que la lipectomía y el levantamiento de senos tradicional me dejarían sendas cicatrices. Quería verme bella, con y sin ropa.
Busqué un poco más y encontré la Clínica Colombiana de Obesidad y Metabolismo, donde me realizaron una lipólisis láser con retracción cutánea, levantamiento y reducción de senos con láser y disminución de la aureola con láser. Simple. Los beneficios fueron de verdad fabulosos: la piel quedo completamente retraída, lisa, los senos se levantaron y las aureolas se disminuyeron, el ombligo regreso a su lugar y lo que más me gusto, que tuve cero cicatrices. En la foto que observan apenas llevo un mes de operada, el color rojo es por la faja y las espumas que debí usar después de la cirugía. Siento que volví a nacer.