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Categoría Notas de Prensa

25 Ago

Llega a Colombia la Vaginoterapia

Un revolucionario tratamiento basado en oro que , sin cirugía, estrecha el ducto vaginal y mejora la salud general de la zona.

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19 Jun

Barrigones: poco atractivos y con muchos riesgos para la salud

La de oso y la de oveja son los dos tipos de barriga que forman los señores. Los barrigones no son atractivos. Esta sentencia de la que muchos se zafan con el cuento de que “lo importante es la personalidad” se ha cambiado por otra de la que es difícil evadirse: los hombres con grandes barrigas son enfermos en potencia. Feos y además enfermos por culpa de la barriga, eso ya se convierte en una carga de profundidad contra la autoestima masculina. Una encuesta divulgada en el último Congreso Internacional de Obesidad Abdominal lo demuestra: el 48 por ciento de los señores perciben su panza como un gran problema; seis de cada diez dicen que sería lo primero que eliminarían de su cuerpo, y uno de cada cuatro se aplica algo para tratar de rebajarla. Mejor dicho, les inquieta, pero más por lo estético, aun cuando la barriga ha saltado al campo de la salud pública. El endocrinólogo Hernán Yupanqui es contundente cuando afirma que “los barrigones tienen un mayor riesgo cardiometabólico, es decir, son más propensos a desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. Y es que a la hora de acumular grasa, a diferencia de las mujeres que la guardan en los conejos, las caderas y en las alas de murciélago, en los señores la mayoría de ella se ubica dentro del abdomen, que es el cajón más grande del cuerpo, donde comparte espacio con las vísceras, lo que la convierte en peligrosa. También se puede acumular por debajo de la piel, pero en menor cantidad. Según Iván Darío Escobar, endocrinólogo, los hombres engordan porque comen más de lo que gastan, y los excesos, convertidos en grasa, se acumulan de acuerdo con determinantes genéticos. El problema, dice Escobar, es que “las células de grasa no son, como se pensaba antes, un depósito antiestético, sino una especie de glándulas capaces de producir sustancias que pueden desencadenar el síndrome metabólico, una asociación peligrosa entre obesidad, hipertensión y aumento del colesterol”. En cuanto al tamaño de la panza, que los hombres se esmeran por esconder, Yupanqui es enfático al decir que quien tiene más de 90 centímetros de circunferencia abdominal está en riesgo; otros son más generosos y ponen el límite en 100 centímetros. El New England Journal of Medicine asevera que cada 5 centímetros por encima de estos límites aumenta el riesgo cardiovascular en un 17 por ciento. Ahora, la grasa visceral es más peligrosa que la subcutánea, y los señores pueden saber de manera aproximada cuál de las dos predomina en su barriga. Andrés Gómez, director de la Clínica Colombiana de Obesidad y Metabolismo, dice que si el abdomen es blandito y se riega hacia los lados en forma de rollos, lo más seguro es que se trata de grasa subcutánea, un poco más benigna, propia de una panza de oso polar. Pero si se mantiene alta, firme y no cae, se trata de una barriga tipo oveja, hecha con grasa visceral, que es la peor. Mucho ojo a estos mitos Hacer abdominales baja la barriga. Falso. Mejoran el tono muscular y eso es importante, pero la barriga seguirá colgando porque es grasa acumulada. Para bajar barriga solo ejercite la barriga. Falso. La actividad de grupos musculares más grandes como los de las piernas y los brazos, queman más calorías que los del abdomen. Las fajas térmicas queman la grasa del abdomen. No hay evidencia de que eso sea cierto. Se ha demostrado que la grasa subcutánea se redistribuye, pero no se elimina, cuando se usan por mucho tiempo. Purgantes y laxantes bajan la barriga. En algunos casos de grasa visceral, el cúmulo de gases o la presencia de dispepsias pueden aumentar el tamaño de la barriga, pero su eliminación no actúa sobre la grasa. Las ocho claves que funcionan 1. Elimine dulces, grasas y diminuya carbohidratos en la dieta. 2. Fraccione su dieta diaria en cinco comidas más pequeñas, y nunca se salte el desayuno. 3. Frutas y verduras: incluya en su dieta 5 porciones al día, entre unas y otras. 4. Elimine las gaseosas y las comidas procesadas. 5. Hidrátese con agua pura cada vez que el cuerpo lo requiera. 6. Haga ejercicio aeróbico (caminar, trotar, nadar, montar en bicicleta, bailar) por 50 minutos diarios, en intensidad creciente, por lo menos cinco días a la semana. 7. Agregue 20 minutos diarios de ejercicio con resistencia para fortalecer y activar los músculos. Escoja cada día un grupo muscular (piernas, brazos, espalda, columna y abdominales) y altérnelos. 8. Disminuya el estrés, aprenda técnicas de relajación, duerma mínimo siete horas diarias y póngase metas que pueda cumplir. Si tiene panza, mejor consulte No es natural que los hombres tengan barriga, como se pensaba hasta hace unos años. Tanto la de oso como la de oveja representan riesgos y hay que evitarlas y disminuirlas. Escobar y Yupanqui coinciden en que todo barrigón debe empezar con un examen médico que incluya mediciones de azúcar y un perfil hormonal para descartar alteraciones metabólicas que incidan en el cúmulo de grasa. En caso de existir, hay que tratarlas como ocurre con la diabetes y el compromiso de las hormonas tiroideas. Ambos insisten en que la base está en seguir la dieta adecuada y hacer actividad física. Gómez aclara que no hay remedios mágicos, y que la dieta, el ejercicio y el control médico estricto pueden dar paso, en casos de elevados índices de masa corporal a expensas de grasa visceral, a cirugías para bajar de peso, como las bariátricas. Si se trata de grasa subcutánea rebelde, la liposucción y otras pueden ser útiles. CARLOS F. FERNÁNDEZ Asesor médico EL TIEMPO

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19 Jun

Los hombres con “gran barriga” son los que tienen peores problemas de salud

La obesidad es un problema grave en la actualidad, pues según datos de la Organización Mundial de la Salud la prevalencia mundial de la obesidad se ha multiplicado por más de dos entre 1980 y 2014. Por ello, les presentamos cuatro problemas de salud graves que provoca una barriga grande. 1. Aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 17%, según el New England Journal of Medicine. Al respecto, Andrés Gómez, director de la Clínica Colombiana de Obesidad y Metabolismo,mencionó al diario El Tiempo de Colombia que si el abdomen es blando y se riega hacia los lados en forma de rollos, lo más seguro es que se trata de grasa subcutánea. Esta es un poco más benigna, propia de una panza de oso polar. Pero si se mantiene alta, firme y no cae, se trata de una barriga “tipo oveja”, hecha con grasa visceral. Esta es la peor.  FUENTE: PUBLIMETRO

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19 Jun

Obesidad: muchas causas, más de una salida

Tener kilos de más pasó de ser una preocupación de algunos para convertirse en un pesado problema de salud pública, al aumentar cada día más los casos de personas con obesidad. Conforme va pasando el tiempo, van surgiendo más y más tratamientos o alternativas que prometen ponerle fin al problema. Incluso nuestro régimen de salud avala la cirugía como solución a los pacientes con mucho sobrepeso. Pero ¿funciona siempre para todos los casos?, ¿es el bisturí la única opción para quienes lo han intentado todo y siguen ganando peso? Para aclarar las dudas sobre este tema, EL NUEVO SIGLO habló con Andrés Gómez, director de Cirugía Plástica de la Clínica Colombiana de Obesidad y Metabolismo. EL NUEVO SIGLO: ¿En qué consiste un tratamiento integral para la obesidad? ANDRÉS GÓMEZ: Un tratamiento integral para la obesidad consiste en buscar e identificar las alteraciones a nivel metabólico que nos producen bloqueos a nivel hormonal, dar el tratamiento adecuado para dichas alteraciones y la combinamos con una dieta específica. Adicionalmente se puede hacer una lipolisis láser para hacer un manejo más integral. ENS: ¿Qué produce o predispone la obesidad? ¿Es solo un asunto de personas que comen desmedidamente? AG: Existen diversas alteraciones a nivel metabólico que pueden producir obesidad; infecciosas, bacterianas, hormonales y nutricionales.  Esta última no es condicionada como único factor que produce obesidad ya que hay personas que no comen mucho y se engordan. ENS: ¿Cómo es el proceso de diagnóstico de un paciente que llega a la clínica y quiere bajar de peso? AG: El proceso de diagnóstico para un paciente con obesidad es por medio de una serie de exámenes muy completos en sangre y orina, con los cuales vamos a identificar las alteraciones. ENS: ¿En qué casos la cirugía es la única solución? AG: La cirugía para manejar la obesidad se debe realizar en pacientes que tengan un abundante  panículo adiposo pero debe ir combinado con un manejo y tratamiento metabólico, ya que se puede ir tonificando la piel por la pérdida rápida y excesiva, ya que el láser genera un estímulo para obtener un porcentaje de retracción en la piel. ENS: ¿Quiénes son buenos candidatos a cirugía y quiénes no? AG: Buenos candidatos para una cirugía de lipólisis láser son aquellos pacientes que aunque tengan obesidad, no presentan ningún antecedente de enfermedades que pueda representar un riesgo quirúrgico. ENS: ¿En qué consiste el control metabólico? AG: El control metabólico post quirúrgico consiste en hacer un seguimiento al paciente para que en el tiempo no recupere la grasa ni el peso que perdió luego de la cirugía y del proceso post operatorio. Tiene que ver con asegurar que el paciente no solo tenga un peso adecuado sino que además se mantenga en él. ENS: ¿Existen procedimientos diseñados e implementados para niños con obesidad? AG: El manejo para niños con obesidad se basa más en identificar los hábitos de alimentación en la rutina diaria, así como la actividad física. De igual forma se busca encontrar alteraciones que estén bloqueando su metabolismo. ENS: Recomendaciones generales con respecto a la enfermedad y para quienes ya han pasado por tratamientos para la obesidad. AG: Las recomendaciones generales para los pacientes obesos son seguimiento estricto del tratamiento indicado, realizar las tres etapas nutricionales para no tener “efecto rebote”,  iniciar actividad cardiovascular y realizar ejercicios adecuados de acuerdo a la etapa del tratamiento. FUENTE:ELNUEVOSIGLO.CO | ARTÍCULO MARZO 16 DE 2015

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19 Jun

Abdomen como nuevo

Para eliminar el exceso de piel en el abdomen y diseñar un nuevo ombligo existe la abdominoplastia. Como delantal o mantel de piel y grasa (porque cuelga de la parte delantera del abdomen) se le conoce a esa marca poco grata que queda en esta zona en mujeres que han sufrido graves alteraciones de peso por los embarazos o en quienes han padecido de obesidad mórbida. El dichoso delantal, además de las cicatrices de cesáreas y de otras intervenciones, se puede eliminar con la abdominoplastia, “un procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo lograr un abdomen más estético mediante la resección de esa piel sobrante y grasa”, dice el cirujano plástico Rafael Pérez. A las candidatas a esta cirugía se les valora en consulta médica tres aspectos del abdomen: “calidad de la piel, en la que se puede identificar el grado de flacidez y cantidad de estrías; la grasa subcutánea, de la que se determina su cantidad y localización; y los músculos de la pared abdominal que pueden encontrarse separados por los cambios de peso o por los embarazos”, agrega el cirujano. Después de esta valoración se determina si se puede hacer la retracción de la piel con las últimas tecnologías disponibles, es decir, lipoplastia asistida por Vaser o Microaire. En caso contrario, se tendría una candidata a una abdominoplastia, en la que, en la mayoría de los casos, se hace también lipo en la espalda para lograr una forma global más armónica. Con la abdominoplastia, “primero se extrae un porcentaje de grasa de los costados como de la espalda, con un dispositivo láser que ayuda a diluirla para su posterior extracción –explica Andrés Gómez, director de Cirugía Plástica de la Clínica Colombiana de Obesidad y Metabolismo–. Después se realiza un corte en forma de ojo en la zona que se va a recortar, se reseca la parte sobrante y se diseña un nuevo ombligo. Se aprovecha para amarrar los músculos del recto abdominal, como se dice coloquialmente, y lograr un mayor tono de la pared abdominal”. En este procedimiento también se reconstruye el ombligo. Pero no en todos los casos. “Depende básicamente de la cantidad de piel que es necesario resecar. En las personas que no requieren una resección tan amplia se eleva el colgajo de piel y grasa, se suturan los músculos, se quita el sobrante dermograso y se reposiciona el ombligo –explica Pérez–. En las que requieren una resección más amplia se rehace el ombligo”. Según Gómez, en algunas mujeres (o también hombres) el colgajo de piel no es tan grande, entonces se puede extraer ese exceso de piel del ombligo para abajo, que es lo que se llama minilipectomía. Si se requiere que esta quede más estirada, entonces sí se hace por encima del ombligo, lo que significa que se corta también la parte exterior de este y es necesario diseñar uno nuevo. A remodelar el ombligo No existe una escala de medidas que determine si una mujer requiere una abdominoplastia estética, sin embargo el especialista debe valorar las necesidades reales de cada paciente. “Hay las que no tienen suficiente cantidad de piel pero sí mucha flacidez, entonces se hace una maniobra en la que casi sin destruir el ombligo se extrae una porción de piel para dejar el abdomen más liso o plano. Y en el exceso de piel por obesidad mórbida se puede recortar el delantal o tejido graso abundante sin extraer grasas”, enfatiza Gómez. Esta cirugía se puede realizar bajo anestesia general o regional (no se recomienda bajo anestesia local) y dura, en promedio, cuatro horas. Se sugiere también en quienes tienen cicatrices en el abdomen producto de otras intervenciones quirúrgicas diferentes a una cesárea o para eliminar parte de las estrías que dejan los embarazos. Como la mayoría de las intervenciones invasivas, esta requiere un estado de salud óptimo y depende también de que los parámetros clínicos estén normales y adecuados para ser una candidata apta para el procedimiento. No se recomienda “en pacientes diabéticos e hipertensos no controlados, con trastornos de la coagulación o lupus –indica el cirujano plástico Mauricio Linares–. Si se tienen hernias, se deben corregir primero en la cirugía”. La cicatriz que queda de la abdominoplastia ocupa la parte inferior del abdomen, varía en longitud según la cantidad de piel que sea necesario resecar; se puede ocultar bajo la ropa interior o el traje de baño. Y tras el procedimiento, en la primera semana de la cirugía se presenta algo de dolor e incomodidad. En este periodo el manejo médico es crucial. Las terapias posquirúrgicas disminuyen el tiempo de recuperación, que puede durar alrededor de un mes. Para mantener los resultados se debe asistir a los cuidados posoperatorios, que consisten en drenajes y masajes especializados, termoterapia, ultrasonido y otras tecnologías que considere el cirujano. Igualmente, se debe usar faja un tiempo prudencial. Todas las cirugías del contorno corporal deben cuidarse con dieta balanceada y ejercicio, que se reanuda cuando el especialista lo estime prudente para evitar que se abra la herida. La abdominoplastia, cuyo costo promedio es de 8 millones de pesos, es un proceso diferente a la marcación del abdomen. “En la primera se corta la piel y en la otra se definen los músculos del abdomen y no tiene cortes”, precisa Gómez. La marcación del abdomen se realiza mediante “una técnica de lipoaspiración con Vaser y microaire, y es lo que se denomina Lipo 3D, con la que se resalta la musculatura abdominal con resultado muy atlético”, explica el cirujano plástico Rafael Pérez. Ahora bien, ¿una mujer que acuda a la abdominoplastia puede hacerse marcación de abdomen? De acuerdo con Pérez, sí, pero depende de cada caso. “Para mayor seguridad de la vitalidad del colgajo, la marcación de abdomen se difiere a 6 meses por lo menos”, concluye. Asesoría: Andrés Gómez, director de Cirugía Plástica de la Clínica Colombiana de Obesidad y Metabolismo, Tel. (1) 622 4419, www.clinicacolombianaobesidad.com, Bogotá. Consultas online en direccioncomercial@clinicaobesidad.com. Rafael Pérez Franco, Cirugía Plástica Reconstructiva y Estética, www.drrafaelperez.com, Tels: 218 6647 – 300

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19 Jun

Niños con sobrepeso, el otro extremo de la malnutrición

El sobrepeso y la obesidad en niños también son problemas de malnutrición.Foto:Fundación Gorditos de Corazón. Al menos 500 mil niños colombianos menores de 5 años sufren sobrepeso u obesidad. El 70% de los casos, según los expertos, está relacionado con los malos hábitos alimenticios. Aunque no sufren de hambre estos menores también corren el riesgo de morir. La desnutrición es un problema de salud pública en Colombia. Así lo ha declarado el Gobierno Colombiano tras encarar la grave situación que vive la Guajira donde al menos una decena de niños han muerto en lo que va del 2016 por causas asociadas a este mal. Casi 900 menores más han mostrado preocupantes problemas de peso y nutrición por falta de comida, resultados que se conocieron tras ser evaluados por las comisiones oficiales, integradas por Bienestar Familiar, Procuraduría y autoridades locales, que hacen seguimiento estricto a la crisis alimentaria de la región. Sin embargo, en el país hay una contrastante realidad. Una que encuentra muchas veces en la malnutrición la misma raíz de la problemática registrada en el norte del país y que también ha sido declarado por las autoridades como un problema de salud pública. Se trata de menores de edad en sobrepeso o en obesidad extrema que están en camino de desarrollar enfermedades como la diabetes, la hipertensión, problemas respiratorios, afecciones cardíacas o cerebrovasculares que, sin exagerar, los podrían llevar lentamente a la muerte. “En el país, el 52% de la población sufre de sobrepeso u obesidad. Entre el 3% y el 5% son niños menores de 5 años y se cree que el 70% de estos casos es provocado por la alimentación inadecuada o hábitos de vida insanos”, afirma el doctor Henry Yupanki, médico endocrinólogo y director científico de la Fundación Colombiana de Obesidad, Funcoboes. Por su parte la fundación Gorditos de Corazón, ONG colombiana dedicada a la prevención de este tipo de trastornos alimentarios, reveló que cada año reciben 4.360 solicitudes de ayuda de ciudadanos con problemas de sobrepeso y obesidad. Después de un proceso de selección unas 2.000 entran a su base de datos para evaluar el nivel de gravedad y la gestión que requiere. De estos casos admitidos el 75% corresponde a mujeres, del 15% al 20% a menores de 12 años y el 10% a hombres. Salvador Palacios, director de esta organización también asegura que “son pacientes hasta los 40 años que nos están pidiendo ayuda porque además ha sido difícil que el Estado garantice sus tratamientos o cirugías para intentar superar su estado crónico”. Desde hace 10 años la fundación Gorditos de Corazón ofrece apoyo a personas obesas de todo el país y realiza el mayor número de intervenciones posibles en casos extremos, es decir aquellos en los que la vida del obeso se encuentra en serio peligro. Sus voceros admiten que, dentro de ese porcentaje de menores, cada año en promedio 3 bebés, entre 1 y 5 años, con casi 4 veces el peso que deberían tener, son “rescatados” de esta terrible condición. Explican, además, que el sobrepeso a veces empieza en el útero de la madre gestante y otras ocasiones en los malos hábitos alimenticios puestos en práctica por sus padres o responsables cuando apenas vienen al mundo. Gorditos de Corazón recibe el reporte anual de la muerte de al menos un menor de edad por causa de complicaciones médicas relacionadas con la obesidad. La última encuesta sobre la situación nutricional del país data de 2010. Fue dirigida y aplicada en su momento por Bienestar Familiar, el Instituto Nacional de Salud, Ministerio de Protección Social, el Dane y Profamilia, y fue aplicada en 50.670 hogares colombianos de 258 municipios de todo el país. La encuesta reveló que entre 2005 y 2010 la prevalencia de sobrepeso y obesidad en menores entre los 5 y 17 años aumentó en un 25.9% y que 1 de cada 6 niños y adolescentes presentó sobrepeso y obesidad. Los resultados de una nueva encuesta (ENSIN 2015) están a punto de ser publicados, según el ICBF. “Es el otro extremo de los casos de desnutrición que registra el país y que merece la misma alerta pues aunque solo contamos con los datos de esta encuesta (ENSIN 2010) la tendencia es al aumento debido al nuevo estilo de vida, al incremento del sedentarismo, al impacto de la tecnología, a la fuerte publicidad de la industria alimentaria, a los hábitos modernos de alimentación y, aunque parezca curioso, la relación aumenta a medida que es más alto el nivel educativo de la madre y el nivel del SISBEN porque con más capacidad para comprar alimento chatarra mayor es el problema”, asegura la doctora Irene De La Peña, encargada del manejo metabólico de la Clínica Colombiana de Obesidad y Metabolismo. La experta añade que el tema del peso durante los primeros años de vida, por ejemplo en la lactancia, no preocupa en la medida en el niño está en etapa de desarrollo y es directamente proporcional a su talla pero si ya en el control de los 3 años la talla es una y el peso está desfasado, según las tablas y referencias de control de la Organización Mundial de la Salud, la situación es para preocuparse. Especialistas y orientadores de organizaciones civiles o privadas que lidian a diario con esta problemática coinciden en que las causas del sobrepeso y la obesidad en menores están sujetas a varios factores. 1. Problemas genéticos que podrían representar el 20% de los casos de niños con sobrepeso u obesidad en el país, según cálculos de la Fundación Colombiana de Obesidad. 2. Factores del medio ambiente que generen cambios en los códigos genéticos y al final puedan causar la enfermedad; por ejemplo hábitos alimenticios de una comunidad en cuanto al consumo de comidas grasas que se transmiten de generación en generación y que harán que el niño nazca en esas condiciones de sobrepeso. 3. Que el bebé presente un alto peso o talla, mayor a 4 kilos, (macrosomía) al momento de nacer a causa de una

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